Cuando juegas al pádel contra unos oponentes que está clasificado mucho más alto que vosotros, hay varias actitudes posibles.
Puede que tenga miedo de hacer el ridículo o, por el contrario, quiera demostrarse a sí mismo que está a la altura de las circunstancias y que incluso puede ganar.
Puedes sentirte intimidado y perder la confianza o, por el contrario, tener un impulso de motivación.
¡Aquí están mis consejos para ganar el juego! Así es, ¡totalmente!
Déjeme un comentario al final de la página si tiene algún comentario u otras ideas.
Tres actitudes posibles, ¡elige la correcta!
Trataré de limitar el daño…
Primer caso cuando te enfrentas a alguien con un rango muy superior: te sientes intimidado y sólo esperas no hacer el ridículo.
Aunque la diferencia en la clasificación sea grande, no puedes salir a la cancha con esa actitud.
Si tienes esa actitud, es porque crees que el partido está perdido.
Pero, ¿Cuándo podemos considerar que el partido está perdido de antemano?
¿Cómo podemos saber con seguridad que un partido está perdido de antemano?
¿Cuál es la diferencia de clasificación entre los dos equipos que permite considerar un partido como perdido de antemano?
Cuando un partido se considera perdido de antemano por una diferencia en la clasificación, también hay muchas posibilidades de que se considere perdido de antemano por muchas otras razones.
Es una actitud que puede revelar un estado de ánimo derrotista, pero también una falta de confianza en sí mismo.
Esto tiene que cambiar 🙂
No tengo nada que perder, ¡lo daré todo!
Es mucho más positivo ver este tipo de partidos como un reto en el que no tienes nada que perder.
Es una oportunidad para poner a prueba tus movimientos y fortalezas contra alguien más fuerte que tú.
El problema de esta actitud es que puede revelar el miedo a perder ante un rival más débil.
Si sólo te dejas llevar por la clasificación de tu oponente, demuestra que le das mucha importancia a la clasificación.
Es difícil no pensar en la clasificación, pero hay que hacer un esfuerzo para no dejarse encerrar en actitudes que dependen únicamente de la clasificación del adversario.
La idea es estar motivados para elevar nuestro nivel de juego si el rival nos obliga a ello con su juego, y eso puede ocurrir contra cualquier clasificación.
Haz lo mejor que puedas, independientemente de la clasificación
Aunque le des cierta importancia a la clasificación, lo ideal es jugar TODOS los partidos haciéndolo lo mejor posible, con el deseo de ganar y no con el miedo a perder.
La idea es no esperar a los partidos de rendimiento para liberarse, sino jugar su pádel al máximo en cada partido, independientemente de la clasificación del adversario.
Esta es la actitud que debes tratar de favorecer.
No seas demasiado humilde/modesto
A veces puedes sentirte culpable por expresar demasiada confianza en ti mismo porque sientes que estás rozando la arrogancia.
Preferimos ser modestos por miedo a parecer arrogantes, aunque eso suponga caer a veces en la falsa modestia.
Cuidado con esta actitud común, que recomiendo evitar.
Para sentirte bien y rendir bien, no seas excesivamente humilde y no gastes energía en falsa modestia.
Sé consciente de tus puntos débiles, pero sobre todo sé consciente de tus puntos fuertes.
Asume tus puntos fuertes, no hay que avergonzarse de ello, es perfectamente normal y no hay nada pretencioso en ello.
El nivel de los jugadores es variable.
No consideres que la clasificación refleja el nivel constante de los jugadores, el nivel de los jugadores es variable.
Hay multitud de factores que influyen en el nivel de un jugador, en el tuyo y en el de tus rivales: el cansancio, el estrés, el estilo de juego del adversario, la confianza del momento, el nivel de entrenamiento del momento, el tipo de terreno de juego, la hora del partido, etc.
No estás jugando contra una máquina, sino contra un ser humano que no controla exactamente lo bien que va a jugar al pádel.
Y el hecho de que tu oponente sea de mayor rango que tú no significa que sea diferente para él, todos son iguales.
¿Te sientes alguna vez fuera de forma? Pues bien, a tu adversario le ocurre lo mismo y puede ocurrirle el día del partido contra ti.
No idealizar un determinado nivel de juego
A veces la gente idealiza un determinado nivel de juego, por ejemplo considerando que los jugadores «juegan muy bien» a ese nivel.
Esto suele ser bastante subjetivo, ya que el nivel no es necesariamente muy alto.
A veces, los jugadores idealizan un nivel que les resulta difícil de alcanzar, pero que creen que todavía pueden alcanzar.
Lo que ocurre es que como se idealiza ese nivel de juego, se admira e incluso se envidia a los jugadores que tienen ese nivel, se hace de alguna manera inalcanzable.
Mientras que si dejas de imaginar todo tipo de cosas sobre un nivel de juego, podrías haberlo alcanzado entrenando seriamente, tropezarás con ese nivel de juego debido a las barreras mentales.
Esta es la solución a este problema, en mi opinión: no idealices un nivel de juego, sé consciente de que los jugadores de cualquier nivel no son nada extraordinario, nada más que tú.
Si no juegas como ellos hoy, sólo es cuestión de tiempo, motivación y entrenamiento para conseguir jugar como ellos.
No se trata de una habilidad que se tiene o no se tiene para siempre.
Entrena con jugadores mejores que vosotros
Esto es algo que debes hacer en la medida de lo posible para reducir la ansiedad que puedas tener al jugar contra jugadores de mucho mayor rango.
Solemos preocuparnos por lo que no sabemos.
Al entrenar y jugar con jugadores de mayor rango, conocerás sus puntos fuertes y débiles.
Verás que tienen sus altibajos, que a veces tienen bajones, dudas, que pueden molestarse como todos los jugadores.
También puede darse cuenta de que no necesita mucho para jugar como ellos.
Concéntrese en sus puntos fuertes.
Este es un consejo muy importante.
No importa quién sea tu oponente, cuanto más te centres en su juego, en sus puntos fuertes, pensando en ellos y repensándolos, más perderás la confianza.
Es esencial que vuelvas a centrarte y a pensar en tu juego, en tus puntos fuertes.
Esto es lo único que está bajo tu control y es lo que te dará confianza.
Piensa en tus puntos fuertes, piensa en los partidos que has ganado gracias a ellos, imagínate ganando puntos utilizándolos, así aumentarás tu confianza.
¿Qué mejor manera de tener un buen partido que confiar en tus puntos fuertes y disfrutar?
Olvídate del adversario y piensa en ti mismo.
Ser ofensivo sin exagerar
Si tienes armas en tu juego para ser ofensivo, úsalas, ¡ahora es el momento!
Desarrollar su juego significa jugar el balón antes tras el rebote, hacer que el balón vaya más rápido, ser agresivo y ofensivo.
Jugar contra un oponente de mayor rango es una oportunidad para evolucionar tu juego y alejarte de lo que sueles hacer.
Calienta bien antes del partido y prepárate para ser agresivo desde el principio.
Si consigues que tu rival dude de ti al principio de la partida, puede ser muy positivo para el resto de la misma.
No dudes en seguir tus golpes al vuelo si consigues desequilibrar a tu oponente.
El riesgo de jugar contra un jugador mejor es pensar que va a golpear la pelota con fuerza y sacarla por 4 o por 3 y querer hacer lo mismo cuando no eres capaz de hacerlo.
Sé agresivo, arriesga pero no juegues de más.
Si sientes que aunque juegues a tu máxima velocidad no molestas a tu oponente, no seas terco y no te desanimes, intenta variar el juego.
¡Vayan variando el juego!
Esto es cierto en todos los niveles de juego y quizás más cuando se juega contra un oponente de mayor rango, hay que variar el juego.
No hay que acertar en todo sólo porque se juegue contra un rival de mayor categoría.
Incluso puede molestar a su oponente si juega lentamente.
Debe tener en cuenta que si marca el ritmo pero no abruma a su oponente, puede ayudarle.
Utiliza todo lo que sepas para variar lo más posible:
- alturas,
- los efectos,
- velocidades,
- longitudes,
- ángulos.
Si puedes hacerlo, utiliza chuletas y bunts para romper el ritmo.
Si voleas bien, aprovecha cada oportunidad para subir y forzar a tu oponente a intentar algo.
Si las cosas se ponen muy mal durante el partido…
Imaginamos que llegaste al partido con una gran mentalidad positiva y emprendedora, pero de momento tu rival te está dominando bastante.
¿Qué hacer?
No te rindas!
Sería una pena tirar el partido porque tu primera táctica no funciona.
Incluso contra un rival muy fuerte, nunca es bueno mentalmente dejar escapar un partido.
Lo ideal es intentar todo hasta el final del partido.
Para probar una táctica, déjate al menos 3 juegos, ¡y hay mucho que hacer antes de que termine el partido!
Sea cual sea el resultado final, el objetivo es sentirse orgulloso de haber hecho todo lo posible hasta el final.
En el entrenamiento, ¡trabaja en un punto fuerte!
El último consejo que tiene que ver con el entrenamiento: construye un punto fuerte de verdad, un tiro que pueda hacer daño si entra.
Puede ser una volea, vibora, ángulos…
Es fantástico para su confianza saber que si está en forma puede contar con un tiro que puede hacer daño a muchos jugadores.
Es algo que se construye con el tiempo y empieza con tu actitud, que tiene que ser emprendedora y agresiva en el rally.
Entonces, una vez en un partido, no tienes que golpear todo el tiempo, pero al menos sabrás que si surge una oportunidad o si juegas contra alguien muy fuerte, ¡puedes ir a por tu arma letal!
¡Que tengas un buen partido!