El papel de los padres es obviamente esencial para los niños en todos los ámbitos, incluido el pádel.
Como padres, consciente o inconscientemente, podemos influir positiva o negativamente en el desarrollo deportivo de nuestros hijos.
Muchas veces pensamos que estamos haciendo lo correcto y no nos damos cuenta de que estamos ocupando demasiado espacio y olvidando las necesidades de nuestros hijos.
No hay que sentirse culpable, hagamos lo que hagamos cometeremos errores pero es útil tener consejos para intentar hacerlo lo mejor posible.
Aprovechando mi experiencia como instructor y jugador de pádel, te doy mis consejos para ayudarte a encontrar la actitud correcta como padre si tu hijo juega al pádel.
Estos consejos también son aplicables fuera del pádel, ya que el comportamiento en la pista refleja una actitud general.
Muchos de los consejos también pueden ser útiles para todos los jugadores, ¡incluso los que no tienen hijos!
La influencia consciente o inconsciente de los padres sobre los hijos
Como padres, educamos a nuestros hijos basándonos en la educación que hemos recibido, en la información que hemos aprendido (de Internet, libros, televisión, etc.) y en nuestras creencias personales.
Es importante tener en cuenta que cada actitud que tenemos, ya sea consciente o inconsciente, es absorbida por nuestros hijos para ayudarles a formarse una visión del mundo y de sí mismos.
Todo lo que hacemos influye en ellos, somos su modelo de conducta y esto es una responsabilidad importante.
Es importante saber que tienes que sentirte bien contigo mismo para ser positivo con tus hijos.
Las decepciones con nosotros mismos o la baja autoestima pueden expresarse y transmitirse a nuestros hijos.
Por ejemplo, los niños pueden pensar que son estúpidos no porque les hayan dicho que lo son, sino porque han oído a sus padres decirlo.
No es necesario presionarnos, dudar o sentirnos culpables, no podemos ser perfectos a pesar de nuestros esfuerzos, pero es importante ser conscientes de la influencia constante que tenemos en nuestros hijos como padres.
Cuanto más conscientes seamos de nuestros comportamientos, de su razón más profunda, más capaces seremos de modificarlos y de elegir lo que queremos transmitir a nuestros hijos.
Enseñe a su hijo a tener una buena mentalidad competitiva
Nuestro papel como padres, así como el de los entrenadores, es inculcar a los niños los valores positivos de la competición:
- respeto por el adversario,
- valorar los esfuerzos antes que los resultados,
- aprender de los errores y las derrotas,
- La competición debe ser un placer, un juego (la motivación número uno para que los niños practiquen un deporte es divertirse),
- el adversario no es un enemigo, está ahí para ayudarnos a progresar,
- perder no es una vergüenza,
- no hacemos trampa para ganar,
La competencia te ayuda a conocerte mejor y a progresar como persona y esto es algo que se puede utilizar en todos los ámbitos de la vida.
Valorar el esfuerzo y la diversión del juego
Enseña a tu hijo que lo más importante no es ganar, sino hacerlo lo mejor posible y tratar de ser creativo en la cancha.
El niño debe divertirse y tratar de jugar el pádel que más le gusta, sin miedo a la derrota.
El pádel debe ser sinónimo de placer, aunque requiera un esfuerzo para disfrutar del juego.
También deben aprender que si quieren algo, tienen que esforzarse para conseguirlo, lo que les ayudará en todos los ámbitos.
Tu hijo estará más relajado a la hora de jugar al pádel si siente que sus resultados no son lo más importante para ti.
Si no tienes grandes expectativas en cuanto a resultados, sino que sólo quieres que se diviertan, las sesiones de entrenamiento y los partidos se desarrollarán mejor contigo presente.
No haga que su hijo se sienta culpable por sus resultados
A veces los padres invierten mucho tiempo y dinero en la práctica del pádel de sus hijos, tomando clases, asistiendo a clínicas y compitiendo en competiciones.
El niño no debe sentir que debe nada, no debe sentirse culpable por no tener buenos resultados.
La inversión económica de los padres no debe llevarles a invertir en exceso en el pádel de sus hijos teniendo demasiadas expectativas de resultados o interfiriendo con los entrenadores.
Deje que su hijo juegue al pádel por sí mismo
Tu hijo debe ser el que quiera jugar y debe poder decidir parar cuando quiera sin que nadie se interponga.
Sólo deben jugar para ellos mismos, no para sus padres ni para el entrenador.
Así es como aprendí el pádel y me permitió progresar con mucho gusto y sin ninguna presión.
No busques tu éxito a través del éxito de tu hijo
Tampoco te compares con otros padres por los resultados de tu hijo.
Tu sentido de la valía como persona y como padre no debería depender de los resultados de tu hijo.
El niño no está ahí para que los padres puedan realizar sus sueños a través de él, un problema que vemos con bastante frecuencia de forma más o menos consciente.
Es el fenómeno de la proyección: proyectamos nuestros deseos en nuestro hijo, sin tener en cuenta, en última instancia, sus propios deseos.
Es el caso de unos padres decepcionados por no haber sido buenos jugadores y que quieren realizarse a través de su hijo, que no ha pedido nada a nadie…
Hazles sentir que tu amor es incondicional
Por encima de todo, tu hijo necesita sentir que tu amor por él es incondicional y no está ligado a lo bien que le vaya en el pádel o en cualquier otra cosa.
Decirles regularmente que les quieres es esencial, sea cual sea su edad.
Algunos padres no lo hacen porque les resulta difícil expresar sus sentimientos.
Merece la pena trabajar en uno mismo para conseguirlo.
Elogie a su hijo adecuadamente
Elogiar a los niños es esencial para su confianza. Elogie a su hijo por sus esfuerzos o por las pequeñas cosas que consiga.
No hay que alabar en exceso a los niños por cualquier cosa.
Los niños no son tontos y perciben cuando los cumplidos no son realmente merecidos o son exagerados.
Un exceso de elogios producirá el exceso contrario y acabará por hacer dudar al niño.
Elógialos cuando lo merezcan, pero con una intensidad acorde con lo que han conseguido.
No interfieras durante los entrenamientos y los partidos
No dé consejos a su hijo durante el entrenamiento
Los padres que intervienen durante las sesiones de entrenamiento molestan a su hijo, al profesor y a veces a todo el grupo.
La presencia de los padres suele ser suficiente para influir en el comportamiento de los niños y para molestar al entrenador, que se sentirá menos seguro al realizar su sesión.
A menudo es más saludable dejar al niño solo durante el entrenamiento, lo que le ayuda a sentirse libre e independiente.
Puedes seguir el entrenamiento de tu hijo si no interfieres y si no le molesta.
No dar consejos técnicos o tácticos durante los partidos
Un partido de competición debe ser una forma de que el niño desarrolle su independencia y confianza en sí mismo.
Si se les ayuda constantemente durante el partido, no aprenderán a encontrar soluciones a los problemas por sí mismos, que están a su alcance en un partido de pádel.
No interferir con el arbitraje durante los partidos
Asimismo, no interfiera en el arbitraje ni en la valoración de los balones buenos o malos.
Los niños deben ser capaces de arbitrar ellos mismos.
Puedes intervenir a petición suya cuando no recuerden un punto de las normas.
Lo ideal es que intervenga un funcionario de la competición.
No mostrar emociones excesivas, negativas o positivas
Antes, durante y después de los partidos o entrenamientos, controla tus emociones, tanto las negativas como las positivas.
Tu hijo «absorbe» tus emociones.
Si haces que tu hijo sienta miedo antes de los partidos, creerá que es necesario estar asustado antes de un partido.
Si muestras impaciencia o excitación antes de sus partidos, esto también generará estrés.
Si muestras frustración, alegría intensa o cualquier otra emoción excesiva durante los partidos, esto perturbará a tu hijo e interferirá con sus propios sentimientos.
Si muestra decepción después de una pérdida, su hijo pensará que es un gran problema perder.
En todo momento, mantén la calma y mide tus reacciones, esto es muy importante para desarrollar el equilibrio emocional de tu hijo.
Si le resulta demasiado difícil seguir los juegos de su hijo sin emocionarse, tal vez sea mejor dejarle jugar solo y no mirar.
No compare a su hijo con los demás
Evite comparar a su hijo con otros en términos de resultados, ya sean mejores o peores.
Tu hijo necesita desarrollar la confianza en sí mismo a partir de su propio esfuerzo y aprender a jugar por sí mismo.
No tolerar el mal comportamiento
Un niño necesita libertad pero también necesita límites, de lo contrario se sentirá ansioso y a veces se comportará cada vez más excesivamente.
De nuevo, es una cuestión de equilibrio…
Mi experiencia es que a menudo hay una falta de disciplina en los niños, una falta de obediencia.
Imponer límites a los niños y obligarles a respetarlos no les hará sufrir como parecen pensar algunos padres.
Los niños no querrán menos a sus padres si les imponen normas.
Por el contrario, ayudará a mejorar la relación entre padres e hijos.
No tolere que su hijo lance la pala, que insulte al adversario o a sí mismo, que grite sistemáticamente en la pista.
Si se comporta así, llámelo al orden con firmeza y si continúa, considero que debe abandonar el tribunal.
El respeto tiene sus límites.
Si le pide que abandone el juzgado, no hace falta que se avergüence delante de todo el mundo, las explicaciones tendrán lugar tranquilamente en privado.
Pedir disculpas al oponente y a sus padres.
Esto también les ayudará a entender que su comportamiento no fue apropiado.
También puedes pedir al árbitro que intervenga en tu nombre para recordarle las reglas y el código de conducta.
Una intervención oficial y externa tendrá un impacto diferente al de la intervención de los padres.
No ponga excusas a su hijo
La competición debe ser una forma de conocerse a sí mismo, de encontrar sus límites y los medios para superarlos con el fin de progresar.
Es un flaco favor para alguien poner excusas a sus fracasos.
No critique al entrenador
El niño necesita confiar en el entrenador para estar motivado y progresar.
Al criticar al entrenador, estaría poniendo a su hijo en una posición incómoda.
Si crees que el entrenador no es adecuado, cambia de entrenador o de club.
Su hijo debe sentir que usted tiene plena confianza en el entrenador.
No sobreentrene a su hijo
Para progresar en el pádel, se necesita cantidad, pero sobre todo calidad.
No es necesario sobrecargar a tu hijo con interminables sesiones de entrenamiento, aunque él lo pida.
Es importante respetar el crecimiento del niño y evitar lesiones.
No se entrena lesionado y hay que hacer caso a los consejos de los médicos cuando aconsejan reposo.
No obligue a su hijo a jugar cuando no quiera hacerlo
El pádel debe ser divertido a todos los niveles.
Los niños pequeños no deben ser obligados a jugar.
Sin embargo, a veces es útil para motivar a los niños y animarles a ponerse en movimiento.
Para saber si vas por el buen camino, una vez en la cancha, deben jugar con gusto y mostrar motivación de forma espontánea. Estar en la cancha no debe ser una tarea.
Deje que su hijo se exprese
Comunícate con tu hijo y deja que exprese sus emociones libremente.
Para facilitar una buena comunicación :
- tener momentos tranquilos en los que pueda haber comunicación (momentos dedicados, comidas, …)
- estar abierto a hablar de cualquier tipo de emoción (ira, frustración, miedo, etc.)
- resolver los problemas juntos, dejar que participen en la búsqueda de soluciones a sus problemas
- Recuérdales la importancia de la honestidad animándoles a decir la verdad. No se puede establecer una comunicación sana cuando alguien intenta ocultar cosas.
Anime a su hijo a practicar diferentes deportes
Los estudios demuestran que muchos campeones de pádel no empezaron su carrera queriendo ser campeones, ni sus padres tenían ese objetivo para ellos.
Probaron varios deportes, eligieron el pádel porque les convenía y se les animó a jugar por diversión y para desarrollarse.
Los objetivos serios llegan con el tiempo, no hay que precipitarse.
No intentes controlarlo todo
Los padres a veces quieren controlar y supervisar demasiado lo que hace su hijo.
Paradójicamente, intentar controlarlo todo no es la manera de conseguir lo que se quiere.
Deje que su hijo tenga libertad para jugar al pádel.
Dar un buen ejemplo
La crianza de los hijos es un trabajo duro.
Si tú también juegas al pádel y tu hijo te ve jugar, dale un buen ejemplo:
- ser competitivo, respetar a los adversarios, jugar limpio
- demostrar que se está haciendo lo mejor posible
- no des una importancia excesiva a los resultados de tus partidos
- divertirse por encima de todo
Esto es genial porque si tienes la costumbre de tener una mala actitud en la cancha, tu hijo puede ayudarte a mejorar animándote a dar un buen ejemplo.
No impida que su hijo sueñe
Los adultos tienden a proyectar sus dudas en los niños; si se sienten incapaces de hacer algo, creen que sus hijos también lo harán.
No desanimes a un niño que sueña con ser un buen jugador de pádel diciéndole:
- es para los que tienen talento
- es demasiado tarde
- ya deberías estar mejor
- es demasiado difícil
Esto no significa que debas hacerles creer que es fácil y que pueden abandonar sus estudios.
Hay que decirle que lo haga lo mejor posible, y ya veremos…
Nadie puede decir que un niño será un profesional, aunque esté muy dotado, muchas cosas se escapan de las predicciones que se pueden hacer.
Conocí a un jugador que tenía 5/6 años y al que un asesor técnico le dijo que nunca llegaría al pádel.
Esto demuestra que tienes que creer en ti mismo, en tus capacidades y en tus sueños.